Por María Brito
Recuerdo cuando de niña... curioseaba a escondidas
Y desde que te conocí, ¡la intriga, me obligaba!
Y buscaba los momentos para estar a solas contigo.
Desaparecía en un pequeño cuarto,
¡te escondía por los rincones!
¡A veces me sorprendían!
¡Y casi me pillaban contigo!
Embelesada me ponía, ¡me costaba mucho
Separarme de ti! siempre a tu lado de nuevo corría.
Mi madre se preocupaba, vociferaba todos los días
que era floja, me decía, ¡que nada quería hacer,
que en el cuarto a hurtadillas me mantenía!
Pero nunca sospecho de tu existencia
ni de donde provenías! ¡Eras tan pequeño!
¡Pero como me seducías! y yo me dejaba
porque intuía, que en tus hojas escondías
Muchos secretos...y yo quería conocerlos
Sabía que había respuestas a mis preguntas y
a mi curiosidad saciarías.
¡Tal vez no eran los indicados!
¡Ay ... Mis libros! Los que le robé a mi papa un día
Ellos me llevaron a conocer un mundo donde
la ciencia, la magia, la fantasía, el misterio
eran para mi... ¡UN TESORO!
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