Por María Brito
Me volví el polvo de tus sandalias
cuando tu andar era pesado.
Me convertí en el pincel
cuando tus manos
deslizaban en el lienzo
los colores que formaban
¡las figuras que tu querías!
Me convertí en dolor
cuando tu alma no comprendía.
Me convertí en tu alegría
cuando enamorada te sentías.
¡Me convertí en lo que tú quisiste!
Fui luz y oscuridad.
Fui fuerza y debilidad.
¡Fui lo que me dejaste ser!
Y ahora, ¿qué?
¿Seguirás estando ahí?
¿Seguiremos juntos?
¡Si!
Hasta qué me conviertas
de nuevo
¡En polvo de Estrellas!
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