Por Julia Reyes
Este poema se
acaba de sacar lo que
traía puesto.
Se desviste porque
se le da la gana.
Anda desnudo
coqueteando en el espejo,
por diversión.
Parece indiferente
a todo lo que le rodea.
No le asustan los
comentarios:
ni del vecino, ni de la policía, ni del
poeta.
Este poema no
quiere ser propio
ni quiere ser firmado.
En realidad no le
interesa en absoluto
el derecho de autor
ni le parece necesario
dejar una nota al pie de página.
Es
completa e indeterminadamente desvergonzado,
y está completamente decidido
a quitarse el rostro.
(Eso no le asusta).
Sabe ajustarse a
las rimas necesarias
y no parece hacerle mella
equivocarse.
A este poema no le
interesan las apariencias:
es de una
sinceridad despreocupada
y está hecho un desparpajo
con sus palabras.
A este poema
no
le provoca
no
le causa
no le
sirve
lo que traía puesto
y está
completamente decidido
a reírse en serio.
A este poema
no le va
no le sienta
no le entretiene
nada que no le
haga disfrutar.
A este poema sinvergüenza,
dicen que le buscan por distraído.
Por aburrido, no.
Por arrepentido,
tampoco.
Por tránsfuga, capaz.
A este poema hay
que darle un final feliz.
O no darle ningún
final.
O darle alguna que
otra oportunidad
de ser
un poema
SIN VERGÜENZA.
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! esta buenísimo!!!! <3
ResponderEliminarvello...ay...perdón...lo escribí mal...vellísimo
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