lunes, 11 de noviembre de 2013

Cuando hay algo que decir.


Por Julia Reyes

A Isía con admiración y afecto.

Cuando hay algo que decir
se atraen unas a otras las palabras,
se invitan, se celebran, se hacen cómplices.
Se arremolinan todas juntas con el viento,
se concentran a la salida,
se ordenan unas a las otras,
se atesoran, las palabras.

Cuando hay algo que decir,
se preparan con mucho cuido
visionando el festín,
se acicalan detalladamente,
alisando sus vestidos, las palabras.
Van eligiendo sus mejores galas
y entonando sus canciones,
cuando aparecen alegres, novedosas, necesarias.

Toman su desayuno como única vez
y aprontan su minuto vital
para salir a sonar en público.
Se cuidan las unas a las otras
y juegan con paciencia a perseguir la frase.
Se apresuran con verbos en infinitivo
y anuncian sostenidas existencias
bajo un mismo cielo y aquí en la tierra…

Las palabras entonces, se abrazan,
certeras de pronunciarse en sus ilusiones compartidas.
Se lanzan a la multitud que danza
cual una fiesta de universo letrado,
y todas se muestran originales en su contexto
y encuentran los argumentos de sal
en la profundidad de la Idea.

Cuando hay algo que decir
abandonan su rincón seguro,
se van, se pierden, se transforman,
danzan con las otras encontradas,
coquetean con los puntos y las comas,
se reconocen entre las comillas y sus acentos.

Cuando hay algo que decir,
vuelven, sirven y se conforman,
y ninguna palabra se queda sola,
cuando hay algo que decir.

Bendita seas tú entre todas las palabras.

                              

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