Por María Brito
Deja que lo suave, lo dulce... ¡brote!
¡No lo guardes hasta ahogarte!
No dejes avinagrar tu sentir.
¡deja que brote!
yque corra como agua de manantial
limpia, pura, alegre, fresca...
No dejes avinagrar tu sentir.
¡deja que brote!
yque corra como agua de manantial
limpia, pura, alegre, fresca...
y desde lo limpio y puro, ¡brote!
Brote tu sabiduría,
brote la comprensión,
brote la palabra sentida, solidaria...
Brote tu sabiduría,
brote la comprensión,
brote la palabra sentida, solidaria...
Y deja que el viento, la esparza,
que vaya resonando como música
y penetre en cada rincón donde se guarda
lo denso del sentir,
lo denso del sentir,
lo que perturba, lo que nubla la mente
la razón ¡allí donde se
esconde el amor Incondicional!
¡Si! ahí donde una chispa guardada
pueda iniciar un incendio apasionado,
y regrese cargado de suspiros
enriquecidos de oraciones,
de canciones, de poesías
que, como aromas,
la razón ¡allí donde se
esconde el amor Incondicional!
¡Si! ahí donde una chispa guardada
pueda iniciar un incendio apasionado,
y regrese cargado de suspiros
enriquecidos de oraciones,
de canciones, de poesías
que, como aromas,
invadan nuestra alma...
Deja que brote como manantial
y haz un caudal que llegue al mar...
y nos permita recordar como amar...
¡y cómo retornar al amor Incondicional!
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