Por María Brito
Pero en tu aliento y el mío,
Amado mío,
el misterio del Amor
se ha revelado
cuando, de pronto,
Atraparte con mi aliento
yo quisiera,
como si mi existencia
de ello dependiera.
Cada una de mis células,
cada fibra de mi ser,
con el tuyo se deleita.
Y, exhausta de placer,
mi aliento exhalo
en un suspiro enamorado.
yo quisiera,
como si mi existencia
de ello dependiera.
Cada una de mis células,
cada fibra de mi ser,
con el tuyo se deleita.
Y, exhausta de placer,
mi aliento exhalo
en un suspiro enamorado.
Pero en tu aliento y el mío,
Amado mío,
el misterio del Amor
se ha revelado
cuando, de pronto,
en todo te he reconocido.
Y tu... amado,
me has encontrado.
¡Oh, Aliento divino!
Que me envuelves con tu suspiro
enamorado.
Que no sé sí es tuyo o es mío
O cual de los dos, primero
lo ha exhalado
¿Pero qué importa
cual de los dos ha sido?
¡Si enamorada de ti siempre he estado!
¿Quién eres tú, mi amado?
¡Que el amor en mí has despertado!
me has encontrado.
¡Oh, Aliento divino!
Que me envuelves con tu suspiro
enamorado.
Que no sé sí es tuyo o es mío
O cual de los dos, primero
lo ha exhalado
¿Pero qué importa
cual de los dos ha sido?
¡Si enamorada de ti siempre he estado!
¿Quién eres tú, mi amado?
¡Que el amor en mí has despertado!
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